Electrodiagnóstico y Bioelectricidad

El Electrodiagnóstico:

El método de diagnóstico terapéutico a través del Dermatrón o el Ryodoraku.

¿Por qué últimamente profesionales de la salud no basan su diagnóstico sólo en la clínica? y por qué los ecosonogramas y resonancias son tan solicitadas a la hora de elaborar el diagnóstico?, ¿acaso los electrocardiogramas y electroencefalogramas no registran un flujo

de energía electromagnética que recorre nuestra piel?

A inicio de los años 40, ¿quién podría imaginarse el avance que obtendría la medicina holística en el siglo 21? La respuesta es muy sencilla, en Alemania el Dr.Volt y en Japón los doctores Nakatani y Yamashita podían intuirlo. Paralelamente y en dos latitudes distintas del planeta, estos investigadores aplicaban una corriente de 1 o 2 minivoltios (12 ohmnios) y medían la resistencia de la piel, un principio muy simple, un voltiamperímetro como el tester que emplean para encontrar fallas eléctricas en los automóviles.

¿Serían Volt y Nakatani los pioneros de la integración del diagnóstico objetivo a la medicina holística? ,sin duda, y siendo así, se constituyen en los promotores de la integración de la mecánica cuántica y la física cuántica como ciencias auxiliares de la salud en lo que hoy conocemos como la tercera medicina: "bioelectricidad" y de la "medicina cuántica", campo holístico terapéutico donde los diagnósticos y los tratamientos hablan el mismo idioma de los átomos y las moléculas.

En efecto, una variación de la continuidad de la energía alimentaria o de la actividad neuronal bajo la piel, será registrada inmediatamente por el aparato que mide y compara la conductividad.

Si a todo el cuerpo le depositamos una constante de 200 microamperios, ¿por qué hay más resistencia y se registran valores menos altos en lugares de la piel que no coinciden con meridianos de acupuntura?, en efecto, el punto de acupuntura ofrece menos resistencia

y deja pasar más corriente de la que depositamos en el cuerpo del paciente, empleando para ello la mano del lado contrario sosteniendo una masa que cierra el circuito.

Entendidos los criterios del aparato y la electrónica moderna, suponemos que los doctores e investigadores, pensarían así:

1) Hay una relación entre el punto medido y un meridiano de acupuntura

2) Hay una relación entre el punto de acupuntura y un órgano o víscera que lleva su nombre (dermatoma).

3) El valor obtenido por la medición podría mostrar un diagnóstico energético de esa víscera u órgano.

4) Se deben tener en cuenta varias constantes para hacer del diagnóstico algo más objetivo, a saber:

A) Que el flujo de corriente sea el mismo todo el tiempo para todo el cuerpo en la medición de todos los meridianos.

B) Medir puntos de localización y acción similar en todos los meridianos, por ejemplo, Volt midió y comparó los valores obtenidos en los puntos ting de acupuntura, los que están del lado de las uñas en todos los meridianos y comparó esas mediciones entre si. Así mismo hizo Nakatani, pero usando los puntos yuan o iu-yuan, que conocemos con el nombre de puntos de absorción (en tobillos y muñecas) y los comparó entre si.
C) Obtener la medición en muchas personas a fin de tener valores y aplicarles estadísticas para elaborar gráficas con base en "valores normales" para comparar en el momento del diagnóstico y saber si un órgano o víscera está en hipo o hiper-función.

D) Comparar los valores de órganos y vísceras para saber cuál está en deficiencia o exceso para aplicar la terapia vibracional correspondiente, en tonificación o dispersión, estímulos cuánticos, acupuntura, electro-estimulación, magnetoterapia y otros si fuera el caso.

Vale resaltar, que el desequilibrio observado en la gráfica obtenida en la medición de los meridianos, es sólo un diagnóstico de la situación energética del paciente, no es un diagnóstico de su síndrome y mucho menos de la causa etiológica de su patología, nos dice que hay problemas energéticos que impiden la regeneración, o autorregulación, pero no nos señala en que parte de la pirámide esta la enfermedad.

1. Sistema energético, (el QI).

2. Sistema nervioso.

3. Sistema endocrino.

4. Sistema orgánico.

5. Sistema hemático, (el XUE).

Si corremos con la suerte de encontrar al paciente con un diagnóstico precoz, pues la enfermedad está sólo en el sistema energético, seremos testigos del milagro, la patología desaparece en pocas sesiones. Pero si por el contrario, en pacientes crónicos la patología ha trascendido al sistema nervioso, endocrino, orgánico o sanguíneo, el médico tratante,   acupuntor o terapeuta, se verá obligado a estudiar el caso, aplicar criterios y tecnología, ubicando al paciente en un contexto sindrómico que también comprenda y trate la etiología, no sólo síntomas o valores obtenidos. Es precisamente aquí donde se sabe que el terapeuta y el médico son y serán siempre insustituibles, y mientras más preparación y más criterios científicos tengan, más efectivos serán. Es protocolar, necesaria y obligatoria la medición y regulación de los meridianos de acupuntura en la primera consulta, esto regulará yin y yang, arriba y abajo, frío y calor, simpático y parasimpático en un organismo desequilibrado que busca desesperadamente su equilibrio, a veces con mecanismos compensatorios de plenitud o vacío en meridianos y sólo a nivel energético, que de seguir así, ya acusará recibo a nivel  biológico.

En pleno siglo 21 es imposible pensar que nuestros criterios terapéuticos no se basen en una bio-medición o electrodiagnóstico objetivo, tanto médicos como acupuntores, homeópatas y todos los que realizan con amor y respeto esta labor.

No se puede trabajar con dignidad empleando criterios subjetivos y empíricos de diagnóstico, somos seres de luz, cuántica y termodinámica, adiós al pasado y bienvenidos de una vez al futuro, sólo así se diagnosticará dentro de unos años, bienvenidos al mundo del Dermatrón y el Ryodoraku, bienvenidos al mundo de la Bioelectricidad y el Biomagnetismo.

Para aclarar cualquier duda sobre el presente artículo u obtener información adicional  contáctenos, en Herencia Luminosa le esperamos.

 

Por: Prof. Julio Méndez Bonilla

herencialuminosa@gmail.com