Jueves 16 de Febrero de 2012 05:52
EL PARADIGMA DE LOS LÁCTEOS
por Rosina Albano
¿Por qué bebemos leche de vaca? Por generaciones ha sido parte importante de nuestra dieta. Sin embargo, su consumo es cada día más cuestionado.
¿Has observado a los mamíferos silvestres? Estos toman la leche de su madre al nacer, hasta máximo los dos años de vida, y luego se alimentan de frutas, vegetales u otros animales. Ninguno toma la leche de una hembra de otra especie, sólo los humanos lo hacemos.
Los defensores de los productos lácteos argumentan que son una excelente fuente de calcio y proteínas.
Si bien es cierto que la leche de vaca contiene altos niveles de CALCIO, el mismo no es completamente asimilable por el ser humano. En su lucha por procesarlo, el organismo termina depositándolo en las articulaciones (generando artritis, artrosis, reumatismo, entre otras patologías).
Por otro lado, la leche de vaca posee niveles de hierro inferiores a los requeridos por el ser humano. El calcio y el hierro son minerales sinérgicos (debe existir un equilibrio entre ambos en nuestro organismo para su asimilación). Al igual como ocurre con el magnesio, sus niveles son adecuados para la vaca, pero no para el humano, y en consecuencia no son asimilados correctamente. Se cree que este desequilibrio pueda ser el origen de diversos tipos de cáncer.
Sus niveles de PROTEÍNA son los adecuados para que el becerro crezca rápidamente (una vaca tarda en crecer 2 años, el hombre 21). Sin embargo, resultan excesivos para el ser humano, lo cual genera cálculos renales y biliares. Además, este exceso produce en el ser humano una gran cantidad de flema (moco), como mecanismo de defensa para librarse de estas toxinas, y esto genera catarros, alergias, otitis, trastornos de tiroides, obesidad, estreñimiento, eczema, asma, sinusitis, entre otros.
Adicionalmente, la industrialización ha llevado a procesos más deshumanizados para los animales, y a la leche que tomamos llegan hormonas, antibióticos y demás medicamentos que les son administrados para mantenerlos en salud, así como los pesticidas de los alimentos que ingieren.
Estudios científicos sugieren que existe una relación entre el consumo de leche y el aumento del riesgo de padecer Enfermedad de Parkinson y diabetes juvenil. En general, las mujeres chinas no enferman de cáncer de mama, ni los hombres desarrollan tumores prostáticos porque no toman leche de vaca y tampoco la usan para amamantar a sus bebés.
¿Y entonces… de dónde obtenemos el calcio?
- Vegetales verdes (especialmente de hoja, son una rica fuente de calcio, hierro y magnesio… ¡y es precisamente de donde las vacas lo obtienen!)
- Ajonjolí, almendras, merey, nueces, semillas de girasol
- Avena integral, quinoa, arroz integral
- Garbanzos, caraotas negras, lentejas, granos de soya
- Frutas deshidratadas (higos secos, dátiles, uvas y ciruelas pasas)
Es importante tomar en cuenta que hay alimentos que favorecen la eliminación del calcio a través de la orina como el consumo excesivo de proteína animal, los refrescos o sodas, el azúcar blanco, café, alcohol, y el sodio que no sólo viene del salero, sino también de la comida chatarra, procesada y salsas comerciales. Por otro lado, el ejercicio ayuda a fijar el calcio en los huesos, así como la exposición controlada al sol.
Si tienes dudas sobre este tema, investiga y experimenta, notarás la diferencia en tu salud y en la de los tuyos.
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