Fuera de cualquier fanatismo
ES MALO QUE NUESTROS NIÑOS CELEBREN HALLOWEN
y se identifiquen con la muerte, el diablo y el mal
aunque sea por tiempo breve.
Su espíritu inexperto puede quedar enganchado y
confundido con el lado oscuro de las fuerzas universales
solo por influencia social, marketing, consumismo,
falta de identidad o ignorancia de sus padres.
Afecta y oscurece igual la energía de jóvenes y adultos.
Dejemos de servir inocentemente a las fuerzas del mal.
La celebración cristiana de To los Santos, de donde deriva
“All-Hallows-Evening”, o “All-Hallows”, el actual “Halloween”,
es una fiesta cristiana que se celebra desde el siglo octavo.
No obstante, hoy en día, la fiesta de Halloween es una fiesta
con elementos que en nada remiten ya a la fiesta cristiana de
Todos los Santos, sino que toma elementos paganos y ligados
a los muertos y lo monstruoso.
1. Entonces, y tras ver el modo como se vive hoy la
fiesta de Halloween, ¿es malo celebrarla?
Halloween es una fiesta del paganismo, celebra cambios de
estaciones, entrada en la oscuridad tras el paso por la mitad
luminosa del año. Es fiesta así que une aspectos de magia,
fertilidad, cambio de ciclo, agradecimiento por los meses
luminosos del año y petición de protección ante
los meses de oscuridad.
Los practicantes en esta actividad han vuelto a una fiesta y
a una religiosidad que de nuevo coloca al hombre
dependiente de una realidad creada. Alejándose de
su filosofia y espiritualidad. Los Seres de Luz debemos
ser imagen con nuestras palabras y actos, la Luz verdadera,
ser ejemplo de equilibrio de esa energia que ilumina todo lo
existente, incluido el sentido del hombre.
No obstante, la mayoría de quienes viven esta fiesta lo hacen
por influjo grupal, social, por el peso de los medios televisivos…
en definitiva, por la cultura del momento, alentada por el
consumismo y sus métodos de marketing. Pero hemos
de ser consciente de qué celebramos y en qué participamos,
pues todo acto en el ser humano es importante, también
nuestro ocio y nuestros momentos celebrables.
Nacimos para ser felices y gobernarnos cada uno.
Cuando se trata de niños, muchos se disfrazan porque todos
lo hacen en colegios, en el barrio, o en la fiesta infantil.
Para un niño pequeño que se deja llevar por lo que ve y
le dicen en el colegio o en el ambiente, culpa no hay.
Sí en los adultos, principalmente de sus padres,
que debieran vigilar en qué celebraciones participan sus hijos,
las cuales inciden en aspectos de horror, miedos, sangre,
monstruos y elementos del imaginario gore,
lo sangriento y satánico. Y finalmente, la muerte.
Todo ello modelará la personalidad del niño.
Permitir y favorecer la personificación y los disfraces
que representan al mal es debilitar al sistema inmunologico
interno (yin wei). Es debilitar la mente y el espiritu,
es prepararnos para dejar de servir al bien conscientemente, por lo tanto, es exactamente igual a servir al mal.
2. ¿Tiene así la fiesta de Halloween un origen cristiano?
La fiesta de “All-Hallows-Evening”, o de “All Hallows”,
que podemos traducir por “Todos los Santos” es una fiesta cristiana.
Si bien no hay un origen celta ni pagano como acabamos de ver,
tampoco lo hay romano, como a veces se dice,
queriendo ligar esta fecha a la fiesta de la diosa romana Pomona,
o del dios etrusco Vertumnus.
Será en torno al año 609 D.C., cuando la fiesta surgió,
debido a la dedicación del antiguo Panteón romano,
como iglesia cristiana, por parte del papa Bonifacio IV,
dedicada al a Virgen María y a todos los Mártires.
No obstante, la fecha inicial de la fiesta fue en el siglo VII
el día 13 de mayo. Al parecer, la fiesta del 13 de mayo vendría
a cristianizar la fiesta de Lemuria, festividad de los romanos.
S. Efrén el Sirio en el siglo IV atestigua que la Iglesia de Oriente
celebraba en el día 13 de mayo la fiesta de Todos los Mártires,
si bien también en aquellas regiones a veces se tomaba
para ello el domingo tras Pentecostés o el Viernes Santo.
Será el papa Gregorio III en el siglo VIII quien movió la fiesta
desde el día 13 de mayo al día 1 de noviembre, ligada ahora a
todos los Apóstoles, todos los Mártires y Confesores, y todos
los Santos o Justos, al dedicarles un oratorio en el actual
emplazamiento de la Basílica de San Pedro, según algunos autores
el día 1 de noviembre. Sea o no sea esa la fecha en la que ocurrió
dicha dedicación, sabemos que el Pseudo-Beda afirmaba que
ya a principios del año 700 en algunas zonas de las islas Británicas
se celebraba la fiesta el día 1 de noviembre.
Así, en Irlanda se celebraba el día 20 de abril.
El reconocimiento final y completo en su extensión,
no sólo ya de la diócesis de Roma, llegaría con el papa Gregorio IV
en el año 835 cuando pidió al rey-emperador Luis el Piadoso,
hijo de Carlomagno, que marcara la fiesta en el día
1 de noviembre para todo el Imperio Sacro,
posiblemente por influjo de las zonas británicas
que ya lo celebraban ese día.
3. ¿Tiene la fiesta de Halloween un origen pagano que
fue posteriormente borrado por el cristianismo
para introducir sus fiestas de todos los santos
y de los fieles difuntos?
La verdad es que no, todo lo contrario. La fiesta fue cristiana
en su origen. Halloween es una palabra que aparece
por vez primera en el siglo XVI, en concreto en el año 1556,
y es una variante escocesa de “All-Hallows-Evening”, o sea,
la noche anterior al día “All Hallows”,
que significa “Todos los Santos”.
Los movimientos neopaganos quieren hacernos creer
que Halloween procede de la fiesta pagana de Samhain,
una fiesta gaélico-celta, cuya mención primera es del siglo X d. C-
que se celebraba siguiendo los movimientos lunares.
Nuestras fiestas cristianas siguen los calendarios
provenientes del imperio romano, que son los que usamos,
así el calendario juliano, o el actual, el gregoriano,
que usamos en España y en muchos países de
Europa desde el año 1582 (el resto de países se
fueron adecuando a él en fecha posterior).
La fecha de esta fiesta celta, Samhaim,
-que las corrientes neopaganas pretenden rescatar y decir que
existía antes,el 1 de noviembre y colateralmente,
la del 2 de noviembre. Se celebraban en fechas lunares.
Así, para cada año, tendran que buscar la siguiente luna
llena al día que media entre el equinoccio de otoño y
el solsticio de invierno.
4. En conclusión
Fuera de cualquier fanatismo religioso
ES MALO QUE NUESTROS NIÑOS CELEBREN HALLOWEN
y se identifiquen con la muerte, el diablo y el mal aunque sea
por tiempo breve. Su espíritu inexperto puede quedar enganchado
y confundido con el lado oscuro de las fuerzas universales solo
por influencia social, marketing, consumismo, falta de identidad
o ignorancia de sus padres.
Afecta y oscurece igual la energía de jóvenes y adultos.
Dejemos de servir inocentemente a las fuerzas del mal.
Después no te preguntes "por qué mi muchacho o
muchacha me salio malo?",
Pues tu mismo lo identificaste con el mal cuando era mas vulnerable!.
No le demos entrada a lo indeseable en nuestras vidas.